En Europa hay debate sobre qué energías se pueden considerar verdes y qué no. La Comisión Europea ha propuesto, tanto de la energía verde como del gas, el etiquetado verde justo al finalizar 2021. Pero el conflicto surge de las diferentes posturas de los países de la Unión Europea, bastante diversas.

 

Por ejemplo, Alemania se opone al etiquetado verde de la energía nuclear, pero sí lo acepta en el caso del gas natural. En cuanto a nuestros vecinos franceses, la postura es justo la opuesta a la de Alemania. El caso de España es más ambiguo, dado que se opone a este etiquetado en ambos tipos de energías, pero sí que mantiene su uso.

 

España cuenta con 7 centrales nucleares activas con un máximo de 48 años de antigüedad en el caso de la de Cofrentes. En cuanto al gas, esta ha sido la fuente que más ha crecido con un 5% más de demanda en 2021. 

 

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